Resistencia a la compresión
Aplicado a los sistemas prefabricados, llega a soportar hasta 1300
kp/cm2 frente a los 700 kp/cm2 que soporta el fibrocemento o
los 500 kp/cm2 que soporta el hormigón tradicional.
¡Antes de
romperse o agrietarse!
Resistencia a la abrasión
La dureza de los agregados de sílice garantiza una buena
conservación de las superficies expuestas al tráfico rodado.
¡Óptima resistencia a la abrasión!
Resistencia a los productos químicos
Uno de los materiales + resistentes a cualquier producto
químico.
Sus componentes no reaccionan ante el contacto, evitan la
disgregación y la deformación.
¡Demostrado!
Resistencia a la flexión
Aplicado a los sistemas prefabricados, llega a soportar hasta 18-25
MPa frente a los 15-20 que soporta el fribrocemento o los 1-5
MPa2 que soporta el hormigón tradicional.
¡Antes de romperse o
agrietarse!
Resistencia al choque
Al ser un material compuesto, garantiza
la perfecta conservación de las
superficies frente al uso o paso del
tiempo.
¡Sin percepción de desgaste!
Nula absorción de agua
La naturaleza polimérica de este material, permite superficies lisas y de muy bajo rozamiento en los prefabricados, con lo que facilita el rápido desalojo de los fluidos, y garantiza la estanqueidad de las piezas, ofreciendo, además, un índice de absorción de agua prácticamente nulo.
¡Impermeabilidad!
Inalterable a los ciclos de hielo/deshielo
Al contrario que el material tradicional no se ve afectado por los ciclos de hielo-deshielo y evita la aparición de fisuras o grietas.
¡Mantiene intactas todas las propiedades!
Ligereza
Gracias a sus excelentes propiedades mecánicas, permite la realización de piezas con perfil más fino. Ligereza que se convierte en economía al reducir la utilización de medios auxiliares de transporte a obra y facilitar su colocación en obra con rendimientos inmejorables.
¡Demostrado!