Las caras de la sostenibilidad
¿Los bancos urbanos , jardineras y luminarias de ULMA son reciclables?
Sí, pero la verdad es que no nos gustaría que las recicle nadie.
Te cuento.
Junto al puerto de un precioso pueblo de Guipúzcoa hay un parque.
En el parque hay un banco que se encuentra debajo de un pino milenario.
En verano le da la sombra por la tarde y en invierno, al mediodía, el banco está al sol.
Paso caminando por allí a menudo.
Cuando los chavales salen del instituto, se llena de chicas que se ríen a carcajadas mientras se cuentan historias.
Por la noche son los jóvenes los que se reúnen allí antes de desaparecer hacia quién sabe dónde.
Por las mañanas recibe a los mayores. A algunos los ves tomando el sol con su bastón entre las manos. A otros paseando con sus perros.
Un par de amigas que corren se detienen y una de ellas, poniendo un pie sobre el asiento, ata el cordón de su zapato.
Un niño que se para a descansar tras ir corriendo a por su balón.
¿Quién sabe?
Quizás cuando le crezca un poco el bigote llegue allí mismo con una chica de la mano y se den, en ese mismo banco, su primer beso tembloroso.
Más adelante puede que lo usen para sentarse a darle la merienda a su hija.
Puede que esa niña crezca y pase corriendo un día y se detenga justo en ese mismo sitio y se ate el cordón de su zapato.
Es cierto que los bancos de ULMA se pueden reciclar.
¿Pero quién quiere reciclar algo que es tan duradero que puede incluso ser utilizado por distintas generaciones?
Los alcorques, jardineras, luminarias y bancos urbanos de ULMA están fabricados con áridos naturales.
Su material de baja porosidad impide la absorción de agua y humedad. Por eso duran más, mucho más que los materiales a los que estamos habituados.
Si en tu proyecto te interesa incluir piezas pensadas para el largo plazo, ponte en contacto y conversamos.